Poco después de que la cadena árabe de televisión Al Arabiya informara que la tregua entraría en vigor a las 00.00h, una fuente de los servicios de Inteligencia del mediador egipcio confirmaba esta madrugada, el acuerdo de alto el fuego y su inicio a partir de la 01.00 hora local.
Sin confirmar o desmentir, Israel se limita a avisar: "No hay un acuerdo de tregua pero si ellos no atacan, nosotros tampoco. Calma será respondida con calma. De lo contrario, habrá escalada e Israel endurecerá sus acciones contra los terroristas".
La Yihad Islámica, el principal grupo en esta espiral de violencia ante Israel, no quiso confirmarlo tampoco y uno de sus portavoces ha afirmado esta noche que "no habrá tregua hasta que cesen las agresiones sionistas" más grave desde el mes de agosto.
La violencia como antesala
Antes de esa información, el Ejército israelí había confirmado el ataque contra una base militar de la Yihad y un comando que había disparado tres misiles Grad contra la ciudad de Ashkelón. Han muerto dos miembros del brazo armado de la Yihad elevando el balance a 20 milicianos y cinco civiles palestinos muertos y decenas de heridos en ataques aéreos israelíes desde que el viernes estallara la ola de violencia.
Ese día, un helicóptero israelí atacó el coche en el que circulaba el jefe de Comité de Resistencia Popular (CRP), Zuheir Al Qaisi provocando la represalia de las milicias. Más de 200 misiles Grad, proyectiles de mortero y cohetes Qassam han paralizado las ciudades del sur de Israel donde un millón de habitantes lleva varios días en los refugios. Una de las causas que los ataques solo haya provocado heridos (entre ellos una mujer de 80 años por metralla y un trabajador extranjero de carácter grave) es la puntería de las tres baterías 'Cúpula de Hierro' que ha derribado decenas de misiles y proyectiles palestinos.
La población teme lo peor
La población de Gaza, por su parte, teme lo peor y espera que se restaure la calma tras los ultimos y sufridos cuatro días de ataques aéreos.
La Yihad advierte con ampliar el alcance de sus misiles contra Israel y al mismo tiempo desafía públicamente al grupo islamista Hamas al que pone en un dilema muy delicado. El movimiento más poderoso de la Franja no desea abandonar su bandera más reconocible, la lucha armada contra Israel, pero su retórica no va acompañada esta vez con misiles. Hamas es el gobernante de Gaza, depende del Egipto post Hosni Mubarak y sabe que si se suma masivamente a la Yihad, la escalada se convertiría en una guerra. La reacción de Israel podría desembocar en una operación militar a gran escala amenazando su régimen.
