Las razones por las que la solución de los dos Estados que desempolva la diplomacia occidental no resulta ya viable para resolver el conflicto palestino-israelí.
El proyecto de dos Estados -una patria judía, Israel, y otra árabe, Palestina- se remonta al plan de partición de la ONU de 1947, tras el mandato británico en Palestina.
“Una serie de problemas parecen impedir la solución de dos Estados: el abismo de desconfianza entre los líderes palestinos e israelíes, la falta de un liderazgo palestino con un amplio mandato y apoyo, la falta de un liderazgo israelí hasta ahora seriamente interesado en la paz, profundas animosidades entre las poblaciones…”,
La ya manoseada solución de los dos Estados parecía alcanzable tras los acuerdos de Oslo firmados en 1993 en los que, con mediación estadounidense, Israel reconoció a la Organización para la Liberación de Palestina como representante de los palestinos, mientras que como contrapartida la máxima autoridad palestina aceptó el derecho de Israel a una existencia pacífica. Las partes en liza acordaron que la Autoridad Palestina asumiría las responsabilidades de gobierno en Cisjordania y Gaza, lo que alimentó esperanzas de los dos Estados como estación final.