miércoles, 16 de noviembre de 2011

HAMAS Y AL FATAH BUSCAN GOBIERNO DE UNIDAD TECNÓCRATA.

Los dos grupos rivales palestinos, los nacionalistas de Al Fatah y los islamistas de Hamas, parecen estar a punto de pactar la formación de un gobierno de unidad nacional con tecnócratas, hasta las elecciones generales previstas para el próximo mes de mayo.

El presidente Mahmud Abas, aceptó el ultimátum islamista de reemplazar al primer ministro Salam Fayad, considerado el enemigo número uno de Hamas. Fayad goza de la confianza de EE.UU., de la UE y de Israel, y es conocido por su lucha contra la corrupción.

Mahmud Abas llegó a la conclusión de que ya no tiene nada que perder:

Israel evita transferir a la Autoridad Nacional Palestina (ANP) fondos de impuestos que recaba en Jerusalén, las negociaciones no se reanudan y el Congreso de EE.UU. ha decidido reducir la ayuda económica a la ANP, ante la decisión de Abas de pedir al Consejo de Seguridad de la ONU, la aceptación de un Estado palestino.

Está prevista una cumbre entre Abas y Jaled Mishal, jefe de la comisión política de Hamas para el próximo día 25 en El Cairo. El objetivo del encuentro es nombrar al sustituto de Fayad, siendo lo más probable que se trate de un hombre de negocios que goza de la confianza de los dos grupos y de Occidente.

El cambio en la actitud de Abas ocurrió cuando una comisión del Consejo de Seguridad que estudia la petición palestina, declaró que la ANP no se puede convertir en un Estado, porque según la carta magna de la ONU, debería gobernar también en la franja de Gaza.

El rais palestino espera que la unión entre los dos gobiernos, el de Cisjordania y el islamista de Gaza, ayude a los palestinos a lograr la mayoría necesaria de 9 de los 15 países del Consejo de Seguridad.

Abas no piensa presentarse candidato a la presidencia, ya que desea centrarse en su vida privada.

Hamas se siente reforzado por el reciente canje de 1.027 prisioneros palestinos a cambio del soldado israelí secuestrado, Gilad Shalit, pero sobre todo por una primavera árabe que podría convertirse en los próximos meses en una primavera islámica.

En las primeras elecciones democráticas de Túnez, el partido islamista fue el gran ganador, y lo mismo podría ocurrir en Egipto en las elecciones del día 28, en las que los Hermanos Musulmanes son unos de los favoritos.

En Hamas esperan que los resultados electorales en el mundo árabe contribuyan a su victoria.

Pero es obvio que la discordia entre Hamas y Al Fatah de los últimos cuatro años y medio no llegará a su fin con el actual acuerdo.

Hamas no desmantelará sus milicias en Gaza, y Al Fatah quiere seguir controlando la seguridad en Cisjordania.

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