BELEN, Cisjordania - A diferencia de la Casa de la Opera de Sídney o la Estatua de la Libertad, la Iglesia de la Natividad en Belén, uno de los sitios más sagrados del cristianismo, no integra la lista de Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO.
La iglesia está ubicada dentro de Cisjordania, un territorio ocupado por Israel pero reclamado por los palestinos, quienes al carecer de un Estado no tienen el estatus de miembros plenos de Naciones Unidas como para obtener su reconocimiento.
El lunes, anunciaron sus planes de rectificar lo que la agencia cultural de la ONU admite como una manifiesta anomalía que ha dejado a la iglesia -construida hace 1.700 años sobre la gruta donde se cree que nació Jesús- en un limbo internacional.
"Este paso es parte de nuestro plan de poner fin a la ocupación (israelí) y establecer un Estado", dijo la ministra de Turismo y Antigüedades de la Autoridad Palestina, Khouloud Daibes, en la presentación formal ante el comité de patrimonio de la UNESCO.
"Este es un mensaje de nuestra determinación", señaló en una conferencia de prensa que marcó la primera iniciativa palestina para formar parte de la lista de la UNESCO, que durante los últimos 40 años ha declarado más de 900 sitios por su "destacado valor universal para la humanidad".
El pedido fue discutido en las oficinas centrales de la agencia en París la semana pasada por el primer ministro Salam Fayyad, que desde el 2009 ha conducido una campaña para establecer todos los atributos e instituciones de un Estado palestino para septiembre de este año.
El número de estados miembros de la ONU que reconocen a Palestina aumentó a 110 en los últimos meses, lo que representa a más de la mitad de los 192 integrantes del organismo.
Las negociaciones con Israel para poner fin al conflicto en Oriente Medio y crear un Estado palestino a través de un pacto de paz están suspendidas desde hace cinco meses.
Los líderes palestinos dicen que están considerando presentar una iniciativa por su demanda de fundar un Estado en la Asamblea General de la ONU en septiembre.
Este año se prevé que 2 millones de peregrinos y turistas visitarán la Iglesia de la Natividad, cuyas vigas fueron donadas por el rey Eduardo IV de Inglaterra en el siglo XV.
Para los cristianos, es un sitio tan sagrado como la Iglesia del Santo Sepulcro en la Ciudad Vieja de Jerusalén, ubicada unos pocos kilómetros al norte, que desde hace 30 años forma parte de la lista de Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO.
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