miércoles, 19 de mayo de 2010

HOLOCAUSTO PALESTINO


¿Cuándo podemos empezar a llamarle holocausto a lo que vive el pueblo palestino?

Todavía seguimos asistiendo a la producción de películas y documentales relativos al holocausto judío. Es el capítulo de la historia reciente más explotado y más documentado. Se supone que se hace con la sana intención de depositar en las mentes el horror al que pueden llegar los seres humanos cuando pierden su humanidad cegados por el poder.

Pero mientras se puso el énfasis en el holocausto judío, se fueron olvidando o ignorando otros holocaustos que se viven y se vivieron en el planeta después de la Segunda Guerra Mundial.

Y mientras se siga alimentando el sentimiento por lo que los nazis les hicieron a los judíos, no tendremos un cristal limpio para mirar lo que los nuevos nazis hacen al pueblo palestino.

El derecho del pueblo palestino a retornar a sus tierras, a tener su patria donde ha estado (y sigue estando) a lo largo de la Historia, a través de sus antepasados cananeos, fenicios y filisteos es un hecho que ha sido reconocido a nivel mundial. La legalidad internacional exige el regreso del pueblo palestino a su tierra y respalda sus derechos nacionales, hay numerosas resoluciones de la ONU que lo respaldan.

El Estado de Israel surgió a raíz de una ocupación militar, brutal y tremendamente injusta, encajándose en un entorno que le es (por la naturaleza de su génesis) hostil, dependiendo para su supervivencia del apoyo internacional de EE.UU y de la ayuda que dicho país propina a nivel militar y económico (pobre Israel, tan cerca de Dios y tan lejos de Estados Unidos).

Desde 1949 Israel ha sido condenada por más de 50 agresiones armadas contra los estado árabes en los que se cuentan numerosas pérdidas de vidas humanas. La más grave violación de los acuerdos de armisticio fue la guerra emprendida por Israel contra Egipto, aprovechándose de la situación creada por la nacionalización del Canal de Suez en 1956, en la que Israel ocupó el Sinaí y la Franja de Gaza. Finalmente bajo la presión de la opinión pública internacional y la amenaza de retener la ayuda financiera de EE.UU, Israel se retiró en marzo de 1957 hasta las líneas del armisticio.

Desde mi punto de vista es una vergüenza a nivel internacional que no se haga nada para que el pueblo palestino obtenga por fin justicia, para que al fin puedan dejar de soñar con la paz para vivirla.

Sólo me queda añadir las palabras del historiador francés Le Goff “…la memoria colectiva no es solo una conquista, es un instrumento y una mira de poder. Apoderarse de la memoria y el olvido es una de las máximas preocupaciones de las clases, de los grupos, de los individuos dominantes de las sociedades históricas”.

Fragmentos de decenas de escritos que circulan en la red desde hace muchos años. Critícar a los judíos no es ser neonazi, es evitar que se repita una tragedia de igual magnitud con otro grupo étnico.

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