miércoles, 25 de agosto de 2010

30 capítulo Corán


El capítulo 30 nos habla sobre la "Voluntad de Dios". Por desgracia, la mayoría de musulmanes interpretan esto como que Dios, de forma azarosa, es quien elige la suerte que correrá cada pueblo. Obviamente, este planteamiento "fatalista" es totalmente erróneo y absurdo, pues choca de frente con el resto de enseñanzas que nos ofrece el Libro.

Gracias al Corán sabemos con certeza que el "Bien y el mal" forman parte de la creación y que todo "ente" surge del "Bien" para luego desarrollarse según su entorno y capacidad (cuando se trata del ser humano, también "su esfuerzo") Según el Libro, la creación entera sigue el mismo patrón: célula, planta, animal, hombre, especies, mundos, galaxias, universos y leyes físicas de la naturaleza.

Conociendo esto y teniendo en cuenta otros muchos versículos que nos detallan la forma en que Dios actúa, debemos entender la "Voluntad de Dios" como La Norma con la que establece la Justa Retribución a los distintos pueblos según se acerquen o alejen del ideal coránico. Interpretar este concepto de otro modo sería negar otras partes del Corán y afirmar que Dios decreta "a capricho" el destino de las gentes. Y esto, para el que cree en el Corán y la Justicia Divina, es claramente una aberración.
El siguiente versículo nos ayudará a entender esto:

"Él presta ayuda de acuerdo a SU VOLUNTAD (norma establecida por Él mismo), ya que Él es Todopoderoso, Misericordioso. Esta es la promesa de Dios. Y Dios jamás deja de cumplir Su promesa. Sin embargo, la mayoría de personas no conocen este hecho"

(¿Acaso Dios está "prometiendo" que Su ayuda a la humanidad dependerá siempre de "una voluntad caprichosa e incomprensible para el ser humano"? Sería absurdo)

Sin duda, este tipo de interpretación tiene su origen en la retorcida "tradición islámica". En realidad, el versículo nos está informando que Dios promete su ayuda a las naciones que cumplan con los preceptos coránicos.
Ciertamente, Dios ha supeditado la supervivencia y el éxito de una nación al cumplimiento de Sus Preceptos (o Verdad de los mensajeros):

"¿Es que no han viajado por la tierra y no han visto cómo acabaron esos que vivieron antes? Fueron más poderosos, dejaron una huella más fuerte y construyeron mejor que vosotros sobre la tierra. A ellos también les llegaron sus mensajeros con todas las pruebas de la Verdad. Y no fue Dios injusto con ellos, sino que ellos fueron injustos consigo mismos"

(Aún así, el mundo islámico cree que su situación actual es el resultado de la "voluntad divina"; cuando, en realidad, se debe a su propia ignorancia y falta de interés por la Verdad. Para colmo -y sin darse cuenta- están llamando "injusto" a Dios)

Es muy triste. Pero lo más lamentable es que siguen haciendo caso a las "tradiciones inventadas" tan queridas por los "sabios". Así es como desmienten y hacen una mofa de lo que representa la revelación de Dios.
La miserable condición de la nación islámica es fruto de nuestra dejadez e inconsciencia, no de la intervención divina:

"Y un final miserable aguarda a quienes hacen el mal, desmienten los mensajes de Dios y se burlan de ellos"

Así es como los musulmanes han dejado el Libro para seguir sus propios deseos. Y depende de éstos, eligen a uno u otro "ídolo" (imam, ayatolah, sheij, etc) haciendo caso omiso a la advertencia de que Dios no ha dado ninguna autoridad a los ídolos para que guíen a las gentes por un camino distinto al trazado por los preceptos coránicos:

"Sin embargo, los idólatras no hacen más que seguir sus propios deseos, sin conocimiento. Dios ha establecido que Sus preceptos sean la orientación: quien los rechace no encontrará guía, ni podrá ser auxiliado. Por lo tanto, haz que tu objetivo sea vivir apartado de toda idolatría. Dios ha infundido el orden divino en toda la creación, incluido el ser humano: Sus preceptos son inmutables, y por tanto, dignos de confianza. Pero la mayoría de personas no saben esto. Volveos, pues, sólo a Él y tened en cuenta Sus preceptos. Estableced el sistema divino y no seáis de los que atribuyen autoridad divina a otros que no son Él. Atribuir autoridades divinas junto con Dios provoca la división de vuestra religión, haciendo que cada grupo se deleite con sus doctrinas propias. Y no hemos revelado ninguna escritura o autoridad que les llame a la idolatría"

La salvación del musulmán (y la de todo ser humano) depende de su capacidad para deshacerse de la idolatría que representan las sectas (deseo encubierto=ego=demonio) y de su esfuerzo por implantar y establecer los preceptos que llaman al Bien Supremo (Dios).
En lugar de perder el tiempo con súplicas y rituales de origen zoroastra, deberíamos REFLEXIONAR sobre nuestra situación actual para después ACTUAR en consecuencia:

"La desenfrenada corrupción y el desorden han aparecido en la tierra y en el mar a consecuencia de lo que la gente hace. Y Él les permitirá saborear algunas de sus obras, con el fin de que puedan regresar al camino correcto"

Esto significa que el Libro -y Dios- está esperando a que los musulmanes dejen a sus "ídolos" y vuelvan a retomar el camino correcto.
Y que conste que lo aquí expuesto no es mi opinión personal. Todos los conceptos e ideas están extraídas del texto coránico sin la influencia de la "tradición inventada por los ídolos". Y quienes son incapaces de entender los versículos coránicos "sin aditivos ni colorantes" es porque no quiere aprender ni razonar. Pero a mi, lo que éstos opinen me tiene sin cuidado:

"Y, en verdad, hemos planteado toda clase de ejemplos en este Corán. Sin embargo, si vas con un versículo a quienes se empeñan en negar la verdad, dirán: "¡No sois más que unos mentirosos! Así sella Dios los corazones de los que no quieren aprender. Así pues, permanece firme y recuerda que la promesa de Dios es verdadera. Y no te dejes inquietar por quienes carecen de intelecto y raciocinio"

Umar Brito Muñiz

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