domingo, 3 de octubre de 2010

Matan fuerzas israelíes seis palestinos en Gaza y Cisjordania


Cisjordania
Soldados israelíes irrumpieron en las casas de tres palestinos buscados el sábado, matando a cada uno de ellos en una lluvia de balas que podría debilitar un acuerdo de seguridad con el presidente palestino Mahmud Abbas.

El ejército israelí dijo los tres asesinados, activistas del movimiento Fatá al que pertenece Abbas, murieron por estar involucrados en una emboscada en la que un colono israelí murió esta semana. Los tres se habían negado a entregarse a las fuerzas israelíes el sábado, dijo el ejército.

También el sábado, tres palestinos fueron muertos por balas disparadas desde un helicóptero israelí cerca de la frontera norte de Israel con la Franja de Gaza.

Las muertes del sábado marcan una de las jornadas más sangrientas en el conflicto israelí-palestino desde que Israel le declaró la guerra a los milicianos islámicos de Hamás en Gaza hace un año.

Las violentas redadas de Naplusa, tras meses de relativa calma, avergonzaron a Abbas, colaborador de Occidente, y cuyas fuerzas de seguridad habían coordinado algunos de sus movimientos con sus homólogos israelíes. Ambos comparten un enemigo común: el grupo fundamentalista islámico Hamás.

Durante el funeral de los tres asesinados, la policía de seguridad de Abbas fue criticada por miles de palestinos que gritaron lemas como: "¿Porqué existe la coordinación si estamos bajo las balas del ejército?"

Salam Fayyad, primer ministro de Abbas, viajó de forma apresurada a Naplusa para ofrecer su pésame durante un masivo velatorio comunal y condenar a Israel.

"Este ataque fue un claro asesinato y creo que va dirigido a nuestra seguridad y nuestra estabilidad", dijo Fayyad a The Associated Press.

Israel no advirtió a Abbas sobre la redada con antelación, dijo Peter Lerner, un portavoz del ejército israelí.

Desde la violenta toma de Gaza por Hamás en 2007, Abbas ha reforzado su control sobre Cisjordania para controlar a los islamistas allí.

Los tres hombres que murieron el sábado fueron identificados como miembros de la violenta Brigada de los Mártires de El Aksa, que realizó muchas ejecuciones durante la segunda intifada, o levantamiento palestino, en el 2000.

El ejército dijo que los tres muertos, Anan Subeh, de 36 años, Ghassan Abu Sharah, de 40, y Raed Suragji, de 40, estaban involucrados en el tiroteo del jueves contra un colono israelí y que las fuerzas israelíes entraron en Naplusa para arrestarlos.

Decenas de soldados israelíes, algunos con máscaras negras, entraron al bazar de Naplusa alrededor de las dos de la madrugada. Iban acompañados por perros y decenas de vehículos militares, entre ellos topadoras.

Los soldados rodearon las casas de los tres. Lerner, el portavoz, dijo que los tres rechazaron una oportunidad para rendirse. Sin embargo, parientes de Abu Sharah y Suragji denunciaron que fueron asesinados sin aviso. Lerner confirmó que ninguno de los buscados respondió a disparos.

Los soldados usaron explosivos para abrir la puerta de la casa de Abu Sharah, dijo su hermano Jihad. El hermano dijo que cuando Ghassan bajó las escaleras, uno de los soldados le disparó y lo mató.

Los soldados también usaron explosivos en la casa de Raed Suragji, dijo su mujer Tehani. "Cayó. Empecé a gritar. Coloqué su cabeza en mi regazo y me senté en el suelo", agregó.

Cuando se le preguntó por qué los soldados dispararon en las tres casas, Lerner contestó que los soldados "han de operar asumiendo que los sospechosos son peligrosos".

Anan Attireh, vicegobernador de Naplusa, dijo que uno de los tres hombres, Anan Subeh, había sido aceptado en el programa israelí de amnistía para miembros de Fatá, pero que los otros dos, Ghassan Abu Sharah y Raed Suragji, eran buscados por Israel.

La mayoría de los combatientes de Fatá están muertos, presos o retirados, pero algunos que siguen activos amenazaron con vengarse. "No nos quedaremos parados a un costado mientras nuestros luchadores son masacrados", dijo un vocero del grupo que se identificó como Abu Mahmud.

El mayor general Avi Mizrahi, uno de los principales comandantes israelíes en la región, dijo que Israel actuaría con decisión contra los que dañen a sus ciudadanos.

El cuerpo de Subeh, que recibió balazos y esquirlas, yacía en un angosto espacio entre dos edificios. Cuando las fuerzas israelíes se retiraron, varios jóvenes palestinos les arrojaron piedras.

Más tarde, miles de personas marcharon mientras los cuerpos eran llevados en andas por el centro de Naplusa.

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